El martes fuimos al Museo de Oriente, todos íbamos deseando ver cosas nuevas. Llegamos un poquito tarde pues nos encontramos caravana y teníamos que ir muy despacito. Al llegar empezó a llover y tuvimos que correr un poquito a la salida también nos llovió, pero en autobús estaba muy cerca y no nos mojamos nada, nada.
Nuestra monitora se llamaba Susana y llevó a un ascensor desde el que se veía el cielo y como era mágico le ayudamos a subir con nuestra manos. Cuando salimos la sala estaba un poquito oscura, pero no nos día nada, nada de miedo. Lo primero que nos mostró fue un león chino, tenía muchos colores y sin melena, a los chinos les gusta mucho los leones porque son fuertes y lo utilizan como amuleto para que no les pase nada malo. Por eso cuando los chinos celebran el año nuevo, todos bailan la danza del león nosotros también la bailamos en la sala.
Luego nos contó una historia de una príncipe, una princesa y un mono mágico que se podía hacer grande, grande o pequeño pequeño te tenía mucha fuerza.
Por último nos contó la historia de un niño que tenía cabeza de elefante y ocho brazos.
GRACIAS SUSANA
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